Capitulo Nueve:

Una blusa con lentejuelas acompañada de pantalón pitillo y un blazer tipo americano, con unas zapatillas color salmon y estaba lista para impresionar.

Capitulo Nueve:

Con las chicas pasamos todo el día probándonos ropa, nada nos gustaba, todo era muy… repetitivo. Algunas chicas –fans- nos detuvieron un par de veces pidiendo un autógrafo, una foto, un abrazo, algunas me dieron regalos y, no lo podía creer, ¡Pero una mina me dijo que por mí se volvía lesbiana! Yo quede con cara de: ¿Te caíste de la cama de pequeña o tus padres te dejaron caer a temprana edad?

Ella se rio y dijo que era una broma. Yo no le crei.

—Lali yo por vos me vuelvo lesbiana, cachapera y prostituta —se burló Euge, ellas habían visto toda la escena dada por la fan.

—No se zarpen eh —las regañe—, pobre chica debe estar pasando por un momento muy malo —puchero.

—Me pregunto si se masturbara con el poster que tiene en su cuarto tuyo —Dijo Cande llevándose la mano a la barbilla, pensativamente. Boluda.

—¡Dejen de joder! —chille, algunas personas me miraron y tomaron una o dos fotos, creo que estuvo de mas que le mostrara mi dedo a un pibe que llamo mi atención.

—Ni comprar ropa se puede che —se quejó Euge.

—Perdoname Eushi, es mi culpa, los atraigo como si fuera una clase de diosa a punto de dominar el mundo.

Me mordí el labio inferior. Cande sonrió y Euge me dio un codazo.

—Vos sos una diosa que va a dominar el mundo, estúpida —Cande se rio—, con lo popular que es el bombonazo que te encontró ¿Qué esperabas?

—Bueno…

El teléfono volvió a vibrar, lo atendí y dijo un: ¿Hola?

Nadie respondió al otro lado, volvi a saludar, nadie respondió. Dije que no era gracioso y dejaran de molestar, y colgué.

—¿Quién era? —pregunto Euge arrastrándome a una tienda de vestidos MUY cortos.

—Alguien que necesita cagarme el día para ser feliz —revolee los ojos, me solté de su agarre y me cruce de brazos para luego entrar en la tienda echando humo por las orejas.

—¡Pero que humor de perros que tenes piba! Cámbiame ¡Ya! La cara, pero es yayayayaya —Una amiga, Rochi se llama, me tomo del brazo, a Rochi la conocí cuando empecé con esto de andar cantando de aquí allá, ella era una de las que me maquillaban y preparaban, una chica genial y de un corazón enorme. Nadie como ella.

Rocio Igarzabal, trabajaba en una de las tiendas más visitadas en el Centro comercial, Sheding, que era el más popular en Buenos Aires. Rochi tiene 18 años, es menor que yo por dos años y es una chica con una vida muy dura, tuvo que crecer de golpe cuando su mama la abandono con sus hermanas cuando su padre murió. Luego de 7 años su mama apareció pidiéndole perdón, ella la perdono, pero no pudo mirarla con los mismos ojos desde ese momento. Rochi era el alma de un lugar, cualquiera, ella llegaba y la fiesta se prendía. Esa chica era un sol.

—Lo siento, Ro, unos tarados me andan molestando desde la mañana.

La mire y ella arqueo una ceja divertida.

—¿Desde la mañana me decis?

—Pues si, me están llamando desde las siete, y no pude atender, y llaman y llaman y cuando atiendo nadie habla.

—Es una joda, ¿Por qué tan gruñona? Vos más que nadie sos muy jodona, ¿o te olvidas de la jodita que le hiciste a Pe…?

—Cállate —sisee, ella asintió riendo—, eso no tiene nada que ver, solo le provoque y fue hace mucho.

—Hace cuatro años fue.

—Bueno por eso, olvídalo ya, Pedro ya no es nadie para mí. —Dije yo muriendo por cambiar de tema.

—Claro y la vida es color rosa cada vez que quieras —su vos, tan sarcástica como siempre que hablaba de la vida y sus mierdas.

—La vida es muy linda si te animas a vivirla, Ro… —Comenzó Lali con su discurso de Sos muy joven para trabajar y mantener a tu madre, ella es una mujer madura que no debería estar dependiendo de su hija mayor de dieciocho años…

—Mariana deja de parlotear y te venis ya para acá antes de que te busque y te deje sin pelos —Rochi rio y Lali asesino con la mirada a Candela—, Oh, ¡Hola Rocio “Rochi” Igarzabal! —Cande grito y agito su mano como si Rochi estuviera en la otra cuadra, la gente la miraba raro y algunos murmuraban.

—Ya voy mandona.

Me despedí de Rochi con un beso en la mejilla ya que Euge tenía a otra muchacha atendiéndole y Rochi se fue atender a otro cliente. Cuando Lali se acercó a Cande ella miraba a Euge que hablaba por teléfono en la esquina de la habitación. Euge sonreía y se manoseaba el cabello lo que significaba que estaba hablando con Nicolas.

Oh, si, Nico, la morena de ardiente cuerpo termino siendo la futura esposa del hermano de Nico, Tomas, ella es una chica un poco presumida, bueno, MUY presumida, no dejaba de mostrar su anillo de compromiso, dijo que su futuro marido, Tomas, le habia regalado un conejo blanco y ella juraba que el pobre conejo los despertaba diciendo que era tarde. La pobre chica estaba locamente enamorada de Alicia en el país de las maravillas.

Nico termino escribiéndole una canción a Euge para pedirle perdón por haberla ignorado y por no haberle dicho que Maria –la que AHORA es esposa de Tomas- iba a visitarlo.

Euge se puso histérica, hasta lloro y entonces duro hablando de eso por al menos un mes. Fue irritante, pero lindo.

Y bueno… cuando uno se enamora lo hace con el corazón.

Y yo se muy bien de eso. A Peter no lo veía después del “accidente” que yo habia provocado, del que no me arrepentía por nada del mundo y por el que pienso que Peter no volvió a venir a Argentina.

Bueno, fue una apuesta que con Rochi hice, ella me jodia con que si no le decía a Peter lo que sentía él se iría con la primera que encontrara, ya fuera rubia o morocha, morena o blanca, pelirroja o con pecas.

Termino convenciéndome que si yo no provocaba una enorme erección en Peter, tendría que decirle que estaba malditamente enamorada de él desde el preescolar.

Pero claro, mama siempre gana.

Una sonrisa se dibujó en mi cara mientras recordaba el numerito que le hice pasar a Peter ese día.

Era un martes, y las vacaciones ya casi acababan, yo terminaba de maquillarme y peinarme para luego ir a la sala de estar de la casa de mi mama para esperar a que vinieran por mí. Tenía que seducir a Peter antes del jueves, que sería el día en que mi padre, Gaston y Peter volverían a Paris. Yo no lo había visto a Peter desde que comimos en el restaurante la noche pasada y cuando salí de mi habitación me sorprendí mucho al verlo sentado en mi mueble con las piernas cruzadas, estaba viendo alguno de estos programas de… cómodamente echado, sin ningún oficio.

—¿Te interrumpo? —sonreí divertida al verlo cambiar de canal tan pronto me vio.

—¡Lali! —dijo ruborizándose hasta el cuello, se levantó y se llevó las manos a los bolsillos, por su reacción estaba segura que él pensaba que yo duraría mucho tiempo peinándome y maquillándome…—, pensé que durarías más tiempo…

¡Aja! La pegue, pero no me molesto el hecho de que contaminara mi historial de programas con sus porquerías, me parecía muy tierno que se ruborizara y tartamudeara sin cesar. Tierno mi melocotón.

Iugh, me imagina a Erika apretando sus cachetes diciendo esas palabras y mi estómago se revolvió. Ugh, es tan asqueroso viniendo se esa perra.

Que Dios me perdone porque es la mama de mi hermano, pero es la verdad, es una maldita puta, perra, zorra. Que emborracho a mi padre y se aprovechó.

—¿La? ¿Estás bien?

Me desconecte de mis pensamientos y mire a Peter, quien parecía preocupado, le sonreí tranquilizándolo y parpadee alejando las lágrimas que se avecinaban.

—Mejor imposible —sonreí un poco más y supe que no lo había convencido—, ¿Qué haces aca?

—Tengo que cuidar de vos y de esta casa —dijo hablando como si presentara un programa de comida, alzando exageradamente las manos.

—Ah, pero que bueno, ¿Y porque lo harías?

—Tu mama prácticamente le rogo a Gaston y el a mí, y termine aquí, él me explico que hoy era uno de tus shows y que estarías haciendo cosas en tu habitación por lo que me puse… cómodo.

Muy, diría yo.

—Ah ok —me acerque a su lado y me senté en el sillón donde él estuvo sentado, él me imito y se quedó mirando la televisión en la que estaban dando una típica y estúpida película de porristas.

—¿Cómo va el colegio?

—Ya termine —Sonreí orgullosa.

—Oh, cierto —sonrió un poco muy frio—, ¿empezaras la universidad ya o te tomaras un año sabático?

—Comenzare tan pronto como tenga todos los papeles del colegio.

—Bueno idea —dijo él sin voltear a mirarme.

—¿Y  Valentina? —pregunte refiriéndome a la última de sus perras que conoci.

—¿Valentina? —pregunto él confundido, yo le fruncí el ceño y él abrió la boca en una muy sexy “O” y me devolvió la mirada—, termine con ella hace 500 años.

—Wow, ¿colgaste el parche pirata? —pregunte distraída.

—¿Eh? —pregunto él pareciendo un poco molesto.

—Emmm, digo si pintaste tu coche color… —¿Qué mierda? —…mostaza

Él sonrió y supe que había escuchado bien, no parecía preocupado por su… estilo de vida y no parecía molesto porque fuera yo la que pensara asi de él. Todo lo contrario, parecía divertirle. ¡Que molesto!

—Mi coche sigue siendo negro, La, ¿Por qué? —dijo acercándose un poco más a mí.

—Curiosidad —solté alejándome de él.

—La curiosidad mato al gato, pequeña —¡Y dale con lo de “pequeña”!

—Pues yo no soy ninguna de tus perras y ni mucho menos una de tus gatas —le saque la lengua.

Pude ver el cambio en su mirada, los ojos que anteriormente parecían divertidos ahora eran oscuros, muy oscuros, hambrientos diría yo.

Escondí mi lengua de  nuevo en mi boca y me levante y me acerque a la tele.

—No me gustan los animales —dijo él tan despreocupadamente, Claro, y yo estoy tan buena como Megan Fox… él estiro, tanto los brazos como su cuerpo. Ese cuerpo… Dioooos, mira se le subió la camisa.

Ahh, ¿él quería jugar a la “provocación”? pues ese juego se puede jugar de a dos.

Cuando termino de estirarse se echó en el sofá y me sonrió cuando hice un estúpido puchero al ver que su camisa volvía a tapar su hermosa carne.

—¿Quéres ver una peli? —pregunte inclinándome para tomar alguna película, me incline un poco más y demore un poco disimulando que buscaba una película, dejándole ver mi trasero. Escuche él gruñido proveniente de él y pensé que era suficiente, tome la primera que encontré y me levante.

—¿Te gustaría ver The provocation? —Le lleve la película y lo mire inocentemente, él no me miraba a los ojos. Me gusta este juego. Le sonreí y pretendí que se me caía un pendiente, me lleve la mano a la oreja y me lo quite, me agache dejándole ver un poco mucho mi escote, el gimió y yo deje de torturarlo me levante y le mostré el pendiente, me lo puse y  luego quite la película de sus manos, camine hacia el DVD y puse la peli, pasaron unos comerciales, le dije que hirió a hacer palomitas él hizo un ruidito con su garganta y yo fui riendo silenciosamente hasta la cocina.

Esto estaba mal, no podía dejarlo así al pobre. Bueno. Él se lo busco. Además no lo volvería a ver hasta quien sabe cuándo porque estaría muy ocupada con los shows, una película no le vendría mal a nadie.

Las palomitas se terminaron de hacer, las saque, serví refresco en dos vasos y me dirigí a la sala, Peter miraba sus manos que estabas en su regazo y yo le sonreí cuando alce  la vista.

—Toma —prácticamente le tire la bebida, apropósito, en el regazo, el soltó una maldición y yo no dejaba de decir: perdón, perdón, perdón, perdón. Aunque no lamentaba nada, corrí a la cocina y busque unas servilletas, volví corriendo al living y él trataba de secarse con la camisa, -la cual se había sacado-.

MUY malo de tu parte, Lanzani, prepárate para lo peor.

Quitando la sonrisa de mi cara fue a donde él estaba y me arrodille, quite sus manos de su camisa la tira a una esquina, eche sus manos a los lados, agarre un par de servilletas y me dispuse a restregárselas muy provocativamente.

La película ya había empezado y él me miraba con ojos ardientes, yo le devolvía la mirada mientras le “limpiaba el refresco”

Él como yo esperaba, se puso… ya sabes. Yo me detuve, él se ruborizo y yo le sonreí, él supo mi juego y frunció el ceño. Su erección no dejaba de crecer y pensé que iba a explotar dentro de sus pantalones, cuando él se levantó, se disculpó conmigo y corrió al baño. Pasaron unos minutos y Peter no volvía, escuche la bocina del auto de Euge y supe que habían venido por mí, Peter aun no salía, y yo tenía que apurarme o iba a llegar tarde  y nadie quiere ver a Victorio molesto.

Tome mi bolso y campera y me fui de allí, agarrando primero las palomitas y mi refresco para poder comérmelas comiendo en el camino…

El sonido del teléfono me saco de mis pensamientos, estuve a punto de ignorarlo cuando una sensación de tristeza me invadió y supe que nada iba bien, atendí y lo primero que escuche fueron sollozos. No era ningún número desconocido.

Era mama, mi mama.

—¿Hola? —pregunte, solo dos cosas podían hacer llorar a mama, una era papa y otra era yo.

—Lali, princesa… murió tu padre.

Continuara….

¡CHAN CHAN CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANN! 

Un poco largo el cap ¿no? Eso y mucho mas se merecen por ser tan buenas conmigo… laaaaas quiero taaanto, espero que les haya gustado el cap y perdonen su no comento en sus blogs, sepan que si leo pero el internet lo tengo malo y se pega mucho.

¿Qué pasara ahora con Lali?

¿Eso era lo que ella queria?

¿Como se sentira?

:) besos.